Casi 3.500 trabajadores de la División de Chuquicamata de Codelco definirán hoy si negociarán de forma anticipada
El cierre del proceso de los sindicatos más pequeños -que hoy superan los mil trabajadores tras la desafiliación desde las organizaciones más grandes- obligó a éstos últimos a citar a una asamblea general.
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La presión que día a día fue aumentando ante la "fuga" de afiliados desde los cuatro grandes sindicatos Chuquicamata de Codelco a las dos organizaciones más pequeñas de la División, debido a las diferencias internas generadas tras haber rechazado un proceso de negociación anticipado y seguir el camino reglado, caló hondo entre los trabajadores.
El hecho que los Sindicatos Minero y Nº5 lograran ayer poner fin a la negociación colectiva de forma anticipada, aprobando la última oferta de la estatal con más del 90% de respaldo y en menos de dos semanas tras aceptar la propuesta de la empresa, encendió las alertas frente a una eventual salida masiva de trabajadores para obtener los beneficios del nuevo contrato colectivo. En los últimos días, ambos sindicatos, engrosaron sus filas, pasando de 379 a casi 1.050 trabajadores.
Estos motivos fueron suficientes para que los Sindicatos 1, 2, 3 y Nº1 de Antofagasta tomaran cartas en el asunto citando a una asamblea general -de carácter urgente- que tiene como único tema en la tabla la negociación colectiva.
En la cita, que se realizará hoy viernes a las 17.30 horas en el Hotel MDS, se explorará la posibilidad de aceptar un proceso anticipado, retractándose de lo acordado hace algunas semanas cuando en una votación a mano alzada se rechazó con amplia mayoría aceptar la invitación de la estatal de negociar antes.
Un difícil revés
Hasta el minuto, los cuatro sindicatos que este viernes definirán su futuro, están bajo un proceso de negociación reglado donde trabajan en la elaboración de su petitorio. Sin embargo, el sentarse a la mesa con la estatal no promete ser un proceso fácil, ya que solo el martes admitieron en una comunicación interna el quiebre existente en las relaciones laborales entre los trabajadores y la administración.
Según explicaron, las razones de ese distanciamiento obedecen principalmente a la exclusión de los trabajadores y sus organizaciones sindicales en el proceso de transformación de Chuquicamata y lo que definieron como "desastres" en la gestión de la administración. Así, echaban por tierra los trascendidos que apuntaban a un quiebre entre los propios dirigentes y sus bases.
El proceso de transformación de Chuquicamata, que pasará a operar de rajo abierto a mina subterránea, pasó a ser el gran factor que por estos días está provocando un nuevo ordenamiento de las fuerzas sindicales de la División Chuquicamata que tiene a 4.500 trabajadores sindicalizados. Fue este cambio que motivó a la estatal a proponer una negociación colectiva anticipada a sus seis sindicatos para despejar rápidamente el proceso que ya se proyectaba difícil en medio de cuestionamientos al plan de egreso y los ajustes en algunos beneficios.